En el ecosistema musical actual, el término indie ha perdido su significado original (el que hacía referencia a una forma de hacer y publicar música alejada las grandes compañías y de los cauces de promoción habituales) y ha pasado a convertirse en una etiqueta más, absorbida dentro de las corrientes comerciales más mainstream. No obstante, la popularización de plataformas de difusión de música online y streaming (SoundCloud, BandCamp, Mixcloud, etc.), ha abierto nuevas puertas para la regeneración del concepto indie, de la mano de músicos y bandas que vuelven a ser independientes de sellos y compañías, que se quedan fuera de los circuitos clásicos del mercado musical, pero aún así pueden llegar a alcanzar una audiencia considerable a través de dichas plataformas y las redes sociales.

Destino Plutón es uno de estos grupos indie a los que la etiqueta amateur, aunque aplicable, no les hace justicia. Integrado por Antonio Ramírez, Javier Galea, Juan Manuel Ávila y Daniel Fito, su propuesta musical se podría catalogar como indie electrónico: canciones con letras profundas que tratan temas tan aparentemente dispares como la amistad, mundos paralelos, el miedo a envejecer, la evasión de la realidad... envueltas en una electrónica introspectiva en la tradición de Depeche Mode o Aviador Dro, reconocidas influencias del grupo.

Accidentes creativos es su primer EP e incluye seis temas y dos remixes (ambos a cargo de JM71), compuestos todos ellos a lo largo de 2013.

'Destino Plutón' es la carta de presentación del grupo, un tema pegadizo de reminiscencias ochenteras en la instrumentación y el tratamiento de la voz (y en la letra, con mención expresa a Ultravox). Tiene un aire de melancolía, de añoranza de tiempos pasados, que se mantiene en el siguiente corte, 'Corbatas, trajes y superpoderes': un expresivo tema sobre la pérdida de la inocencia.

En lugar de buscar un abanico de diferentes estilos electrónicos, Accidentes creativos mantiene un tono homogéneo entre los temas. El grupo se aferra a tiempos lentos, y las canciones tienen la duración propicia para ser singles radiofónicos. Tampoco la instrumentación sufre variaciones radicales (si acaso, 'Vuelvo' tiene una base electrónica más bailable que el resto, si es que OBK fue bailable alguna vez). 'La agonía del 7', rompiendo la estructura clásica de estrofas y estribillos, se presenta como una emotiva pieza con ecos del Placebo más ambiental.

Y no hay grupo de synth-pop que se precie que no incluya en sus trabajos un tema instrumental. 'La cafetera analógica', que cierra el EP (antes de los remixes), es este tema: una breve pieza de voces sampleadas y piano sobre base rítmica, con inclinaciones hacia la experimentación desasosegante en su último tercio.

JM71 muestra su aprecio por la música disco en los arreglos para los dos remixes, en los que incorpora las bases rítmicas características de aquel estilo tan popular en Europa hace unas décadas, junto con bajos electrónicos más marcados y bellas florituras de brillantes arpegios.

A pesar de su título, no hay nada de 'accidental' en Accidentes creativos: existe una fuerte sinergia entre forma y fondo en la música que Destino Plutón ha publicado hasta este momento. Se adivina una elección muy consciente, bien reflexionada, de cada sonido, cada verso y cada arreglo, para crear una atmósfera retro-electrónica en perfecta concordancia con el mensaje. Decíamos antes que los temas de sus letras eran sólo aparentemente dispares: se adivina un hilo conductor detrás de todos los temas, un volcado de experiencias vitales y personales que, en la forma en que el grupo las ha expuesto, son fácilmente compartibles. Ahí está su acierto.