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Elemental

2013
  1. Top
  2. Up
  3. Charm
  4. Strange
  5. Down
  6. Bottom

En la física de partículas, los quarks son, junto con los leptones, los constituyentes fundamentales de la materia. Partículas elementales que se combinan para formar protones y neutrones. Hay seis tipos distintos de quarks que los científicos, en un ejercicio de pragmatismo inusitado, han denominado de la siguiente manera: up (arriba), down (abajo), charm (encanto), strange (extraño), top (cima) y bottom (fondo). Y en la naturaleza nunca se pueden encontrar quarks aislados, sino que siempre están formando grupos.

Sirva este mínimo apunte sobre física cuántica para presentar a los chilenos Quarks, un grupo que debuta con Elemental, disco en el que homenajea a las seis clases de estas partículas. Y a más cosas, como veremos.

La banda la integran tres personas (sería por tanto un barión, es decir, un hadrón o conjunto de tres quarks): Ricardo Riadi a los sintetizadores y efectos, Alamiro Arias a las guitarras (eléctrica y acústica) y Claudio Momberg también a los teclados. Aunque Elemental es el primer trabajo de Quarks, un proyecto de reciente creación, todos sus integrantes tienen una larga trayectoria en el mundo de la música electrónica y progresiva. Así, Riadi es miembro también de Scope, banda dedicada a los tributos y covers de clásicos como Jean Michel Jarre o Vangelis; Momberg ha participado con Subterra en tres discos y mantiene otros proyectos en solitario, como Taurus o Seti, y Arias es vocalista y guitarrista en el grupo de pop/rock Signuz.

La música también es física, así que vamos con esa parte.

Lo primero que llama la atención de la música de Elemental es la elección de la paleta sonora. Lejos de los sonidos cristalinos del downtempo nórdico, o de la experimentación glitch, los chilenos resucitan (si es que alguna vez murieron) los sonidos analógicos de décadas pasadas. Una apuesta segura basada en bajos pesados, colchones de pads con filtros phaser y potentes secuencias sobre las que se asienta la guitarra eléctrica. Si los títulos de los temas hacen referencia a partículas elementales, la música de Elemental hace referencia a nombres elementales de la música electrónica: el Jean Michel Jarre de Oxygène (1976) y Equinoxe (1978) o los Tangerine Dream de Rubycon (1975) o Stratosfear (1976).

Con estos mimbres compone Quarks su música instantánea: largas suites instrumentales en las que momentos atmosféricos propios de la space-music se transforman en potentes pasajes rítmicos sobre secuencias al más puro estilo de la escuela de Berlín. No es nada fácil hacer que temas como 'Top o 'Bottom' evolucionen dentro de sí mismos sin saltos bruscos, y sin embargo, quizá por la experiencia de sus miembros en el género, los tres de Quarks consiguen que la música fluya con suavidad. Aun en los momentos más dinámicos, los díalogos entre guitarras y sintetizadores mantienen la armonía intacta y no se pierde nunca la calidez de los sonidos analógicos.

Hay que aceptar que Elemental no asume ningún riesgo y se sitúa tranquilamente en la zona de confort de estilos pretéritos. En ella se mueven con seguridad. Sin abrir nuevos espacios, pero sabiendo utilizar bien los recursos disponibles. Porque no todos los discos tienen que mirar hacia un incierto o arriesgado adelante, sino que en ocasiones es bueno echar la vista atrás, hacia las raíces. Escuchar este disco es como dejarse llevar flotando por un universo conocido, visitar antiguos rincones musicales y reconocer a viejos amigos. ¿Pero no es esa una buena sensación?