Nils Frahm es un pianista y compositor alemán afincado en Berlín. Quizá por ello, y por el uso de sintetizadores analógicos y secuencias en algunas de sus composiciones, se le confunde a veces con un representante de la Escuela de Berlín de música electrónica. Pero Frahm es, principalmente, un pianista de formación clásica, aunque su música sea poco convencional. De hecho, sus primeros trabajos publicados, Wintermusik y The Bells (ambos de 2009) eran piezas para piano solo y este instrumento tiene un protagonismo absoluto en Spaces.

Spaces recoge un conjunto de piezas seleccionadas, procedentes de una serie de más de treinta conciertos ofrecidos a lo largo de dos años, en lo que Frahm define como "una grabación de campo, más que un álbum en vivo". Se trata de composiciones e improvisaciones absorbentes, asentadas en la tradición minimalista de Philip Glass y con toques de la electrónica de Thomas Fehlman.

En 'Says' el alemán maneja magistralmente los tiempos, dejando que las secuencias electrónicas evolucionen de una forma natural, imperceptible y al mismo tiempo casi inevitable, mientras las notas de piano flotan sobre los arpegios. Poco a poco el tema se desliza hacia un climax sorprendente y magnífico. 'Said and done' es un ejercicio de virtuosismo instrumental y 'Went missing' un ejemplo de contención meditativa. Spaces es un disco diverso en su conjunto, balanceándose desde el romanticismo cristalino de 'Familiar' hasta la oscuridad ambient de  'Ross's Harmonium'.

'For-Peter-Toilet Brushes-More' es una larga suite en cuatro partes que comienza con profundos acordes de sonido analógico para ir incorporando elementos percusivos poco convencionales que abren paso al prodigioso piano de Frahm, de nuevo desarrollando arpegios minimalistas y melodías cuasi-épicas, en deuda con el Michael Nyman más cinematográfico.

Spaces confirma a Nils Frahm como una de las propuestas más interesantes de la música clásica contemporánea, y un puente entre ese clasicismo y formas aperturistas de aproximarse a la composición, sin llegar al experimentalismo desconcertante de John Cage (otra influencia reconocida), pero con una amplia capacidad de sorprender.